Según la tradición, la Virgen se le aparece una segunda vez la noche del sábado, 8 de septiembre de 1652, en presencia de su esposa, de su cuñada Isabel y del hijo de ésta.
El cacique toma su flecha y la apunta, pero la Bella María indiferente a su amenaza se acerca a él. El dispara de nuevo su flecha y Ella desaparece dejándole en la mano un pequeño pergamino con su imagen.
El cacique quiere quemarla, pero, según cuenta la tradición, un niño providencialmente lo evita.
Una vez informado, Juan Sánchez se dirige al lugar de la Aparición con dos de sus compañeros, Bartolomé Sánchez y Juan Sibrián, recoge la preciosa reliquia y da parte del "milagro" a las autoridades civiles y eclesiásticas pero no le creen.
La Aparición de Coromoto, según el nuevo nombre dado al lugar, realiza así en Venezuela la unidad cultural y religiosa, como las Apariciones de la Bella María de Guadalupe en México, alrededor de un lugar de culto que se convierte en el símbolo religioso de toda la nación.
El 1 de febrero de 1654, después que los indios fervientes dan gracias, se decide llevar la imagen a la iglesia de Guanare (hoy Basílica). La imagen ahí es venerada en un relicario de metal precioso.
Según el diccionario de las Apariciones Abad René Laurentin, Ediciones Fayard, Francia
Bendiciones...
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