Por: Thalia Ehrlich Garduño
La Iglesia Católica, la Iglesia de Cristo, tiene una Jerarquía fundada en los doce Apóstoles, que por veinte siglos no se ha modificado. De la misma manera que antes, el Papa y los obispos se unen en un Colegio Apostólico, ahora llamado Colegio Episcopal. La autoridad suprema del Magisterio del Papa, se le dice Apostólico y es un adjetivo que se reserva para todo lo que corresponde al Papa. Así podemos decir Carta Apostólica a la que proviene del Romano Pontífice; Palacio Apostólico a donde vive el Papa junto a la Basílica de san Pedro. Se le dice Nuncio Apostólico al Prelado que representa a la Iglesia ante el gobierno civil y el pueblo de cada país que tiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede. En la Constitución Lumen Gentium, el Concilio Vaticano II establece una analogía entre el Colegio Apostólico y el de los obispos unidos con el romano Pontífice: “Así por dispocisión de Jesús, san Pedro y los demás Apóstoles forman un solo Colegio Apostólico, de igual manera se unen entre sí el Papa, sucesor de Pedro, y los obispos sucesores de los Apóstoles” (Nº 22). Es la doctrina de la colegialidad del Episcopado en la Iglesia, que tiene su primer fundamento cuando Cristo Nuestro Señor, al instituir su Iglesia llamo a doce, constituyéndolos en Apóstoles y encargándoles la Misión de la predicación del Evangelio y la del gobierno pastoral del pueblo cristiano. Estableciendo de esta manera, la estructura ministerial de la Iglesia. Los Apóstoles se nos presentan como un hábeas (cuerpo) y un collegium (colegio) de personas unidas entre sí, por el Amor de Jesús que los puso bajo la autoridad de Pedro a quien le dijo: “Tú eres Pedro (Roca), y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia” (Mt. 16,18). Aquel grupo originario que recibió de Jesús la Misión de llevar el Evangelio que era necesario llevar hasta el fin de los tiempos, debía tener sucesores que precisamente son los obispos. Según el Concilio, la sucesión reproduce la estructura original del Colegio Apostólico. El Concilio nos presenta esta Doctrina como una novedad, salvo quizá en la formulación, sino en el contenido de una realidad histórica a la voluntad de Cristo que conocemos por la Tradición. El Colegio, (Se puede leer también) “En cuanto compuesto de muchos, expresa la variedad y la universalidad del Pueblo de Dios; y en cuanto bajo una cabeza, la unidad de la grey de Cristo” (LG 22). La Palabra collegium es un adjetivo que expresa reunión, colectividad, grupo, tiene su raíz en el verbo colligiere que significa unir, juntar, agrupar. Es la reunión de varias elementos tales como personas en corporaciones,:los estudiantes de una escuela etc. Ejemplo: el Colegio Cardenalicio, el cual es integrado por los Cardenales. Nuestra Iglesia ha sido, es y será siempre la misma en su Jerarquía y en su modo de gobierno y nosotros los laicos tenemos la tarea de ayudar a la Jerarquía para que el Reino de Dios llegue a más personas en el mundo.
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