Jesús es Rey

El Reino de Cristo y su Realeza son diferentes a los que hay en el mundo, así que puede resultar difícil entenderlos, porque:

Ø Su extensión no se mide por kilómetros cuadrados de territorio, sino por las personas que lo aceptan.

Ø Su instalación. En este Reino no se instalan sus ciudadanos, el Reino de Cristo se instala en cada corazón de cada persona.

Ø Su duración es eterna, así que no se mide en años, eso quiere decir que el Reino no se acabará.

Ø Sus ciudadanos son todos los hombres y mujeres que aceptan a Jesús, su Doctrina y su Ley de Amor y se unen a Él por la Fe.

Ø Su Rey es misericordioso y justo, totalmente diferente a los demás gobernantes:

'El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a los hijos de los pobres, y aplastará al opresor.

Durará tanto como el sol, como la luna de edad en edad; caerá como la lluvia en el retoño, como el rocío que humedece la tierra.

En sus días florecerá la justicia, y dilatada paz hasta que no haya luna; dominará de mar a mar, desde el Río hasta los confines de la tierra.

Ante él se doblará la Bestia, sus enemigos morderán el polvo; los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo.

Los reyes de Sabá y de Seba pagarán impuestos; todos los reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones.

Porque él librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara; se apiadará del débil y del pobre, el alma de los pobres salvará’.

Sal. 72, 4-13

El Reino de Dios se manifestó cuando fue inaugurado por Jesús, por medio de la Palabra o mensaje de Salvación que el Hijo nos trajo del Padre; a través de los milagros que son señales visibles de lo invisible que está pasando.

En Cristo, también se manifiesta el Reino, Rey visible durante su vida temporal, Rey invisible hasta el final de los tiempos, y que otra vez visible y Glorioso le dará Plenitud a su Reino.

Es por eso, que debemos vivir el Reino de Dios para difundir su Amor a cada persona.

¡Viva Cristo Rey!

Bendiciones…