El Verbo se hizo Carne en ti, María.
Brotó de ti la Gracia y nuestra vida
Fuente: Himnario de la Virgen María
Feliz Navidad
Bendiciones…
Ave María,
gratia plena,
Dominus tecum,
Benedicta tu in mulieribus
et benedictus fructus ventris tui Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei,
ora pro nobis peccatoribus
nunc et in hora mortis nostrae.
Amén.
Bendiciones…
Bendiciones…
1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier Gracia que me pida.
2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la Misericordia Divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el Amor de Dios y los eleva a desear las cosas Celestiales y Eternas.
5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados Misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en Gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la Vida Eterna.
7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la Plenitud de la Gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados. 13. He solicitado a mi Hijo la Gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la Corte Celestial.
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Tú eres, Jesús, la Flor apenas abierta.
Que contemplo al despertarte.
Tú eres, Jesús, rosa resplandeciente,
Fresco botón, gracioso y bermellón.
Los brazos puros de tu Madre querida
Son tu cuna, tu trono real.
Tu dulce sol, es el Seno de María
Y tu rocío es la leche Virginal.
Bendiciones…
En mi corazón, Señor, se ha encendido
el Amor por una criatura
que tú conoces y amas.
Tú mismo me la haz hecho encontrar
y me la has presentado.
Te doy gracias por este don
que me llena de alegría profunda,
me hace semejante a Ti, que eres Amor,
y me hace comprender el valor de la vida que me has dado.
Haz que no malgaste esta riqueza que tú has puesto
en mi corazón: enséñame que el Amor es Don y que no puede mezclarse
con ningún egoísmo;
que el Amor es puro
y que no puede quedar en ninguna bajeza; que el Amor es fecundo
y desde hoy debe producir
un nuevo modo de vivir en los dos.
Te pido, Señor, por quien me espera
y piensa en mí; por quien camina
a mi lado; haznos dignos el uno del otro;
que seamos ayuda y modelo.
Ayúdanos en nuestra preparación
al matrimonio, a su grandeza,
a su responsabilidad, a fin de
que desde ahora nuestras almas
dominen nuestros pensamientos
y los conduzcan en el Amor.
Amén
Bendiciones…
El lema del Cardenal Newman, cor ad cor loquitur, "el corazón habla al corazón", nos da la perspectiva de su comprensión de la vida cristiana como una llamada a la Santidad, experimentada como el deseo profundo del corazón humano de entrar en comunión íntima con el Corazón de Dios. Nos recuerda que la fidelidad a la oración nos va transformando gradualmente a semejanza de Dios. Como escribió en uno de sus muchos hermosos sermones, «el hábito de oración, la práctica de buscar a Dios y el mundo invisible en cada momento, en cada lugar, en cada emergencia –os digo que la oración tiene lo que se puede llamar un efecto natural en el alma, espiritualizándola y elevándola. Un hombre ya no es lo que era antes; gradualmente... se ve imbuido de una serie de ideas nuevas, y se ve impregnado de principios diferentes» (Sermones Parroquiales y Comunes, IV, 230-231).
Parte de la homilía de la Misa de beatificación del Cardenal John Henry Newman en Birmingham 19 septiembre 2010.
Bendiciones…
Hoy celebramos los 200 años del inicio de la independencia de México.
Gracias Jesús por unirnos como familia en este hermoso país.
Gracias Bella María de Guadalupe por hacer de México tu casa.
Quédense con nosotros siempre.
Gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo.
Amén.
Bendiciones para todos los mexicanos y mexicanas que están dentro de nuestro país y en cualquier parte del mundo
La que en la Anunciación se definió como « Esclava del Señor » (Lc. 1,38) fue durante toda su vida terrena fiel a lo que este nombre expresa, confirmando así que era una verdadera « Discípula » de Cristo, el cual subrayaba intensamente el carácter de servicio de su propia Misión: el Hijo del hombre « no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos » (Mt 20, 28).
Por esto María ha sido la primera entre aquellos que, « sirviendo a Cristo también en los demás, conducen en humildad y paciencia a sus hermanos al Rey, cuyo servicio equivale a reinar ». Y ha conseguido plenamente aquel « estado de libertad real », propio de los discípulos de Cristo: ¡servir quiere decir reinar!
S.S. Juan Pablo II,
Encíclica Redemptoris Mater, 25 marzo 1987, n°41
Bendiciones…
No le servimos a Dios Padre, a Jesús y a la Inmaculada de forma distinta sino a Dios en Jesús y a través de Jesús, y a Jesús en la Inmaculada y a través de la Inmaculada.
Con Ella, en Ella y por Ella, le servimos a Jesús, y con Él, en Él y por Él, a Dios Padre.
San Maximiliano Kolbe
Bendiciones…
La Virgen María coronó al Hijo de Dios con una diadema, el día en que la Naturaleza Divina se unió, como un esposo a la Naturaleza Humana, en la alcoba nupcial de María. Y el día de su Asunción el Hijo coronó a su Madre con la diadema de la Gloria Celeste.
San Antonio de Padua,Sermón por la Asunción
Bendiciones…
La vida silenciosa se ha cumplido
y es hora de lo eterno;
descanse ya la Santa, toda pura,
y deje nuestra luz tras breve sueño.
Se acerca el Redentor, el Hijo suyo,
primeros de los muertos,
y sella con la paz aquellos ojos,
abiertos para ver todo el Misterio.
Bajó a la oscura tierra como el Hijo,
cruzó el común sendero;
más vino Cristo y fue la Parusía:
María en cuerpo y alma está en el Cielo.
Primicia de la Iglesia, flor temprana,
María alcanza el Reino;
el tiempo vence al tiempo y se adelanta,
la Madre goza ya del bien que espero.
Y surge al tacto, al beso del Amado
la llama de su cuerpo;
la carne sin mancilla es consumada
por otra carne, fruto de su Seno.
¡Oh Cristo, mi Señor, que eres tú solo
la tienda del encuentro,
a ti la gratitud, porque hoy recibes
a Aquella que te tuvo junto al pecho!
Amén.
Fuente: Himnario de la Virgen María
Bendiciones…
Fátima nos recuerda que el Cielo no puede esperar.
Pidámosle, entonces, con confianza filial a la Virgen María que nos enseñe a traer
el Cielo a la Tierra.
Cardenal Tarcisio Bertone
Homilía en el atrio del Santuario de
Fátima, 12 de mayo, 2010
Bendiciones…
El cambio es una elección. No es una elección fácil, porque realmente se requiere de esfuerzo para poder transformar tu negatividad, pero sigue tomando la decisión y verás que el cambio ocurrirá.
Hoy, conéctate con tu intención de cambiar. Mientras más escojas actividades y personas que te apoyen en tu progreso, más se fortalecerá ese aspecto de ti mismo
Yehuda Berg
Cambia tú y cambiará el mundo
Bendiciones…
Señor Jesucristo, Redentor del género humano, nos dirigimos a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza, con reverencia y Esperanza, con profundo deseo de darte Gloria, Honor y Alabanza.
Señor Jesucristo, Salvador del mundo, te damos las gracias por todo lo que eres y todo lo que haces.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el Amor que has revelado a través de tu Sagrado Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser Fuente de nuestra alegría, Manantial de nuestra vida Eterna.
Reunidos juntos en tu Nombre, que está por encima de todo nombre, nos consagramos a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la Plenitud de la Verdad y la Caridad.
Al consagrarnos a ti, los fieles (persona o de lugar) renovamos nuestro deseo de corresponder con Amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno Amor.
Señor Jesucristo, Rey de Amor y Príncipe de la Paz, reina en nuestros corazones y en nuestros hogares. Vence todos los poderes del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón.
¡Que todos proclamemos y demos Gloria a ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos!
Amén.
S.S Juan Pablo II, 1986 (abreviado)
Bendiciones…
Espíritu Santo, Divino Espíritu de luz y Amor, te consagro mi entendimiento, mi corazón, mi voluntad y todo mi ser, en el tiempo y en la Eternidad. Que mi entendimiento este siempre sumiso a tus Divinas inspiraciones y enseñanzas de la Doctrina de la Iglesia católica que tu guías infaliblemente.
Que mi corazón se inflame siempre en Amor de Dios y del prójimo.
Que mi voluntad este siempre conforme a tu Divina Voluntad.
Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él, contigo y el Padre sea dado todo Honor y Gloria por siempre.
Dios Espíritu Santo, Infinito amor del Padre y del Hijo, por las manos purísimas de María, tu esposa Inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu altar escogido, el Sagrado Corazón de Jesús, como un sacrificio en tu Honor, fuego consumidor, con firme resolución ahora más que nunca de oír tu voz y cumplir en todas las cosas tu Santísima y adorable Voluntad.
Bendiciones…
Oh, Rosa sin espinas,
Flor de Virginidad,
Tú, a quien desde la Eternidad,
Dios colma de esplendor Divino.
Como la abeja en el cáliz de las flores
El Rey de reyes, en tu Seno, liba la vida.
Dígnate acercarnos a tu corola bendita
Y con los perfumes del Cielo
Embalsamar nuestros corazones.
Padre Joseph Tissot,
Misionero de San Francisco de Sales
Bendiciones…
Padre mío, te doy las gracias.
Tú no me das una piedra cuando te pido pan.
Jamás lo harías porque eres
un Padre amoroso.
Padre mío, te doy las gracias
porque tienes contados todos los cabellos de mi cabeza,
de manera que hasta las cosas más pequeñas
pasan por tus manos
y han de bendecidme y hacerme bien.
Padre mío,
te doy las gracias
porque soy tu hijo, y por eso
ningún bien puede faltarme.
Padre mío, te doy las gracias
porque eres el Padre misericordioso
y el Dios de todo consuelo.
Tu corazón me abre las puertas
cuando estoy en necesidad.
Padre mío, te doy las gracias
porque tu corrección
no es más de lo que puedo soportar.
Padre mío, te doy las gracias
porque tu sabes lo que es bueno,
saludable y beneficioso para mi,
por eso se que la forma en que me guías
siempre es la mejor para mí.
Padre mío, te doy las gracias
porque escuchas cada petición de tus hijos
y ninguna de sus oraciones son desoídas.
Padre mío, te doy las gracias
por ser el mejor de los padres,
compasivo, clemente
y lleno de bondad y paciencia con tu hijo.
Padre mío, te doy las gracias
porque nada puede sucederme,
excepto lo que tu permitas,
porque todo viene de ti
y lo usarás para mi bendición.
Padre mío, te doy las gracias
por alegrarte de hacer el bien a tus hijos.
Muchas gracias porque puedo contar contigo
en todas mis necesidades.
Padre mío
¿Quién me ama como tú?
¿Quién me cuida como tú?
¿Quién me guía por el camino correcto cómo tú?
¿Quién me sobrelleva con la misma paciencia que tú?
¡Nadie en la tierra,
ni ahora ni en la Eternidad!
Amén.
Fuente: Estoy encantado de la vida
Bendiciones…
Señora de la pampa,
vigía del malón.
Madre de Dios que en el desierto acampa,
¡Virgen del carretón!
Lazo blanco y azul del clavijero
en la guitarra, tú.
Tú que azulas el alma del trovero
que sueña al pie del solitario ombú. Inspiración Divina en las payadas
del gaucho trovador.
Dulce vihuela de las enramadas,
¡vidalita de Amor!
Tú que en el alma de mi pueblo cantas
la canción de la luz.
¡Tú que en nuestras caídas nos levantas
y nos llevas la cruz!
Tú que templas las fibras populares,
bendice nuestro pan, ¡Reina en nuestros hogares, Señora de Luján
Amén
Fuente: http://www.lavirgenmaria.com.ar
Bendiciones…
¡Oh noble Virgen, verdaderamente tú eres grande por encima de toda grandeza! ¿Pues quién pudiera igualar tu grandeza, morada del Verbo de Dios?
¿Entre todas las criaturas, con quién te compararía, Oh Virgen? Nosotros te consideramos más grande que todas juntas.
¿Te compararía con la tierra y sus frutos? Tú los superas.
Si digo que los ángeles de Dios y los arcángeles son grandes, tú eres más grande que todos ellos, pues los ángeles y los arcángeles le sirven a Quien habita en tu seno.
Bendiciones…
Tengo mil dificultades, ayúdame.
De los enemigos del alma, sálvame.
En mis desaciertos, ilumíname.
En mis dudas y penas, confórtame.
En mi soledad, acompáñame.
En mis enfermedades, fortaléceme.
Cuando me desprecien, anímame.
En las tentaciones, defiéndeme.
En las horas difíciles, consuélame.
Con tu Corazón Paternal, ámame.
Con tu Inmenso Poder, protégeme.
Y en tus brazos al expirar, recíbeme.
Amén.
Bendiciones…
Jesús en ti confío
En el Calvario, María está de pie frente a la Cruz con las otras mujeres y junto al Apóstol Juan. La Madre y el Discípulo recogen espiritualmente el testamento de Jesús: sus últimas palabras y su último suspiro, con el cual comienza a extenderse el Espíritu; ellos recogen el grito silencioso de su Sangre, vertida enteramente por nosotros. (Jn. 19, 25-34).
María sabía de dónde venía esa Sangre: se había formado en Ella gracias a la intervención del Espíritu Santo, Ella sabía que esta misma "potencia" creadora resucitaría a Jesús, como Él lo había prometido. Así, la Fe de María sostiene a la de los Discípulos hasta su encuentro con el Señor Resucitado, y continúa acompañándolos hasta después de su Ascensión al Cielo, a la espera del "Bautizo en el Espíritu Santo"(Ac 1, 5).
Benoit XVI
Veillée mariale samedi 30 mai 2009
Bendiciones…
Verdaderamente, Madre Bienaventurada, una lanza traspasó tu alma.
Y además, al traspasarla penetró en la Carne de tu Hijo.
De hecho, cuando Jesús, tu Jesús, murió, le perteneció a todos pero especialmente a ti, no fue a su alma que alcanzó la lanza que le abrió el costado, sino a la tuya. Su alma ya no estaba en su cuerpo, sino la tuya, de manera que con razón te proclamamos más que mártir, pues en ti el sufrimiento corporal fue supeditado por el dolor de tu compasión.
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San Bernardo (1091-1153),
Sermón de las doce estrellas, §14,
Escritos sobre la Virgen María,
Mediaspaul, Paris 1995, p. 35-36
Bendiciones…
Expiraste, Jesús, pero tu Muerte hizo brotar un manantial de vida
para las almas y el océano de tu Misericordia inundó todo el mundo.
Oh, Fuente de Vida, insondable Misericordia Divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta tu última gota.
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, Manantial de Misericordia para nosotros, en ti confío.
Amén.
El Señor le dijo a Sor Faustina Kowalska lo siguiente sobre la oración de las tres:
A las tres de la tarde en punto, implora mi Misericordia, especialmente por los pecadores; y, aunque sea por un breve momento, sumérgete en mi Pasión, particularmente en mi Abandono en el momento de la agonía. Esta es la hora de la gran Misericordia para todo el mundo. Yo te permitiré entrar en mi Dolor mortal. En esta hora, Yo no rehusaré nada al alma que Me pida algo en virtud de mi Pasión.
Fuente: Web Católico de Javier
Bendiciones…
La Luz, el Amor, la Paz de Jesús y de la Bella María
están en ustedes
¡Cómo abruma, Señor, tanto pecado
en esa Cruz que tú llevaste a cuestas!
¡Cuántas culpas y acciones deshonestas
hirieron el dintel de tu costado!
¿Cuántas veces, Jesús, me has perdonado
y en amargo silencio me amonestas?
¿Qué más preguntaré? ¡Cuántas respuestas
nos da esa Cruz en la que estás clavado!
Cristo Jesús, mi corazón doliente
va meditando al par de tus dolores
todo el Amor que en tu Pasión me inspiras.
De rodillas me postro reverente
y te pido el perdón de mis errores
desde esa Cruz, donde colgado expiras.
Por
José María Zandueta Munárriz
Bendiciones…
¡Te necesito, Señor!,
porque sin Ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos en los que el silencio
se sitúa de frente a mí, ante ti.
¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque
que protege con sus hojas los latidos escondidos
de todos sus inquilinos.
¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en tus Sacramentos,
en el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu Palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega radical.
¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre
y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño
y en el ruido de la muchedumbre.
¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso
y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.
Teilhard de Chardin
Bendiciones…
Estaba María Santa
contemplando las Grandezas
de la que de Dios sería
Madre Santa y Virgen Bella
el libro en la mano Hermosa,
que escribieron los profetas,
cuanto dicen de la Virgen.
¡Oh qué bien que lo contempla!
Madre de Dios y Virgen entera,
Madre de Dios, Divina Doncella.
Bajó del Cielo un Arcángel,
y haciéndole reverencia,
Dios te salve, le decía,
María, de Gracia Llena.
Admirada está la Virgen
cuando al Sí de su respuesta
tomó el Verbo carne humana,
y salió el sol de la estrella.
Madre de Dios y Virgen entera,
Madre de Dios, Divina Doncella.
Lope de Vega, poeta español, (1562 -1635)
Bendiciones…
Donde se cierra un camino
siempre empieza algún sendero.
Alguien anduvo primero
por nuestro propio destino.
Otros también soportaron
semejantes inclemencias;
las huellas de su presencia
nuestras huellas señalaron.
Los caminos se han formado
a base de andar por ellos.
Cada paso es un destello
de nuestros antepasados.
Cientos de generaciones
nos llevan la delantera,
que forjaron carreteras
a fuerza de tropezones.
No estás solo en esta vida.
La senda que estás pisando,
alguien la cruzó llorando
con el alma dolorida.
Por eso, ante tu amargura,
piensa, mirando al sendero,
que antes que tú, otros sufrieron
semejantes desventuras.
Y en vez de lamentaciones,
da gracias al Ser Divino,
por encontrar un camino
lleno de hermosas lecciones.
Daniel Nuño
Fuente: Virgen de Guadalupe ayúdanos a comprender el valor de la vida de un niño no nacido
Bendiciones…
José ha sido colocado al lado de María como el Serafín que guarda el Tabernáculo. Hay un «sí» de Jesús a la Encarnación, como en el Salmo 39 (Hb. 10,5) y hay un « sí » de María en nombre de toda la humanidad, pero hay también un «sí» de José, que funda la Sagrada Familia. José es grande, es justo, y entregado a Dios, espera al Mesías. Acepta con alegría «tomar a María bajo su responsabilidad» desde el momento mismo en que comprende los planes de Dios.
San Bernardo de Claraval
Segunda homilía "Super missus
Bendiciones…
Señor y Dios Mío:
Por las manos puras, santas,
Inmaculadas de la Virgen María,
Te ofrezco en este día:
Todos los pensamientos, palabras,
Obras y movimientos,
Los latidos de mi corazón y
Los suspiros de mi Alma.
Que cada uno de ellos sea
Una voz salida de lo profundo de mi ser
Que te diga en este día:
Bendito, Ensalzado,
Glorificado y Adorado
Sea el Santísimo Nombre de Jesús
Y su Presencia real en la Eucaristía.
Virgen dulcísima María,
Llena de Gracia y de Amor,
Sagrario de la Divinidad,
Purifica cada día mi corazón
Para que sea digna morada
Del Fruto Santísimo de tu Vientre,
Jesús.
Amén
Luis Ernesto Florez Arzayúz, Sacerdote Franciscano
Fuente: Estoy encantado de la vida.
Bendiciones…
La Bella María recuerda a las mujeres de esta época lo valioso que es la maternidad, porque en este mundo moderno en muchas ocasiones no se da a este valor una importancia justa. En algunas ocasiones por la necesidad de que las mujeres tienen que trabajar para que su familia tenga lo necesario para vivir, además de que se piensa en un concepto equivocado de la libertad, que ve en el cuidado de los hijos un impedimento a la autonomía y a las posibilidades de la mujer, han hecho que significado de la maternidad no se vea claramente para el desarrollo de la personalidad de la mujer.
Viendo a la Doncella de Nazaret, llegamos a comprender el verdadero significado de la maternidad, que alcanza su valor más alto en el Plan de Salvación, gracias a Ella el hecho de ser madre no sólo permite a la personalidad femenina, orientada fundamentalmente hacia el Don de la vida, su pleno desarrollo, sino que también constituye una respuesta de Fe a la vocación propia de la mujer, que adquiere su valor más verdadero sólo a la luz de la Alianza con Dios (Mulieris dignitatem 19).
Si contemplamos a la Bella María muy atentamente, descubrimos en Ella el Modelo de Virginidad que se vive por el Reino. Virgen por excelencia, en su corazón maduró la idea de vivir de esta manera para alcanzar una intimidad muy profunda con Dios.
Mostrando a las mujeres llamadas a la castidad virginal el alto significado de esta vocación especial, la Bella María atrae su atención hacia la fecundidad espiritual que reviste en el Plan Divino: una maternidad de orden superior, una maternidad según el Espíritu (nº 21).
El corazón Materno de la Madre de Dios abierto a todas las debilidades humanas recuerda a todas las mujeres que su desarrollo requiere compromiso a favor de la Caridad. La mujer que es más sensible a los valores del corazón tiene siempre una gran capacidad de entrega personal.
Muchos en esta época proponen modelos muy egoístas para la afirmación de la personalidad de la mujer. La figura Santa e iluminada de la Madre de Nuestro Señor les demuestra que por la entrega y el olvido de sí por los demás se puede lograr la realización auténtica del Proyecto de Dios en su propia vida.
La presencia de la Hermosa María anima a cada mujer los sentimientos de Misericordia solidaridad con respecto a cada situación humana de dolor y suscita a querer aliviar las penas de quienes sufren: enfermos y cuantos necesiten ayuda.
Al tener un vínculo estrecho con la Bella María, cada mujer en cada época, representa con frecuencia la cercanía de Dios a las expectativas de bondad y ternura de la humanidad herida por el pecado y el odio, haciendo que el mundo responda con Amor a la violencia que existe en él.
Oración por Chile,
Bendiciones..
Por: Thalia Ehrlich Garduño
El papel que Dios da a la Bella María en el Plan de Salvación ilumina la vocación de cada una de las mujeres en la vida de la Iglesia y de la sociedad, definiendo su diferencia con relación al hombre.
En efecto, el Modelo de la Doncella de Nazaret muestra con claridad lo que es particular en la personalidad de la mujer.
En esta época, algunas corrientes del movimiento feminista, con el propósito de favorecer a la independencia de las mujeres, las han tratado de igualar en todo a los hombres. Pero la Voluntad de Dios como se manifiesta en el relato de la Creación, vemos que, aunque Él quiere que la mujer sea igual al hombre en dignidad y valor, de la misma manera afirma claramente su diferencia y su naturaleza particular.
La mujer no puede ser una copia del hombre pues Dios la doto de cualidades y privilegios propios, que conceden una característica autónoma, que en todo momento ha de promoverse y alentarse.
Estos privilegios y esta característica de la personalidad de la mujer han alcanzado su desarrollo en la Hermosa María. De este modo, la plenitud de la Gracia Divina la favoreció en todas sus capacidades naturales de la mujer.
El papel de la Bella María depende plenamente del de Cristo. Se trata de una función única para que se realice el Misterio de la Encarnación, la Maternidad de la Doncella de Nazaret era necesaria para dar al mundo el Salvador, verdadero Dios, verdadero Hombre.
El valor de la cooperación de la Mujer en la venida de Jesucristo se ve manifestado en la iniciativa de Dios que a través del Ángel Gabriel revela su Plan de Salvación para que coopere con Él de forma consciente y libre y de su consentimiento generoso.
Vemos aquí el ejemplo más alto de cooperación responsable de la Mujer en la Redención del hombre, de la humanidad, formando una relación trascendente para toda afirmación sobre el rol y la función de la mujer en la historia.
La Bella María que realiza este modo de cooperación excepcional, muestra el modo a través de cual la mujer debe cumplir concretamente la Misión que tiene ella. Con el Anuncio del Ángel Gabriel, la Madre de Dios no tiene una conducta de reivindicación orgullosa, ni tampoco está buscando cumplir sus ambiciones personales.
El evangelista Lucas la presenta como una persona que solamente quería dar servicio humildemente, plenamente confiada al Plan Divino de Salvación. Este es el sentido de su contestación: ‘He aquí la Esclava del Señor; hágase en mí según tu Palabra’ (Lc. 1, 38).
La Bella María no acepta pasivamente, pues da su consentimiento solamente después de manifestar la dificultad que proviene de su propósito de Virginidad, inspirado su voluntad de pertenecer completamente a Dios.
Después de haber recibido la respuesta del Mensajero de Dios, la Hermosa María le expresa su disponibilidad, teniendo una actitud de servicio humilde. Aquí vemos el valioso servicio que humildemente muchas mujeres, siguiendo el Modelo de la Madre de Dios, dan en la Iglesia para que se desarrolle el Reino de Jesús.
Continuará…
Bendiciones…
*Catequesis del Papa Juan Pablo II, 6 de diciembre 1995