La Bella María "dio a la luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre" (Lc. 2, 7).
He aquí el icono de la Navidad: un recién nacido frágil, que las manos de una Mujer envuelven con ropas pobres y acuestan en el pesebre.
¿Quién puede pensar que ese pequeño ser humano es el "Hijo del Altísimo"? (Lc. 1, 32). Sólo Ella, su Madre, conoce la Verdad y guarda su Misterio.
En esta noche también nosotros podemos "pasar" a través de su mirada, para reconocer en este Niño el rostro humano de Dios. También para nosotros, hombres del tercer milenio, es posible encontrar a Cristo y contemplarlo con los ojos de la Bella María.
La noche de Navidad se convierte así en escuela de Fe y Vida.
Parte de la Homilía de Navidad 2003 de S.S Juan Pablo II
Bendiciones…
La Luz, el Amor, la Paz de Jesús y de la Bella María
están en ustedes en Navidad y siempre
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario. Dios te bendice, ten un bonito día