María está ante nosotros como signo de consuelo, de aliento y de Esperanza. Se dirige a nosotros, diciendo: "Ten la valentía de osar con Dios. Prueba.
No tengas miedo de Él. Ten la valentía de arriesgar con la Fe.
Ten la valentía de arriesgar con la bondad. Ten la valentía de arriesgar con el corazón puro.
Comprométete con Dios; y entonces verás que precisamente así tu vida se ensancha y se ilumina, y no resulta aburrida, sino llena de infinitas sorpresas, porque la bondad infinita de Dios no se agota jamás.
Papa Benedicto XVI
Homilía del 8/12/ 2005
Bendiciones...
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