En cuanto pensamos en María, Dios deviene presente, cercano a nosotros, increíblemente familiar, accesible. Gracias a Ella la Encarnación del Hijo de Dios, la Cruz, el Perdón de los pecados, la Esperanza en la Vida Eterna, se vuelven comprensibles y deseables.
Sin Ella el Cristianismo sería teórico, hipotético, inodoro, moralizante, en todo caso poco atractivo.
Ella es toda en Dios por elección y por Gracia.
R. P. Bruckberger
María, Madre de Jesucristo, Ed. Albin Michel
Bendiciones…
La Luz, el Amor, la Paz de Jesús y de la Bella María
están en ustedes
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