También somos hijos muy queridos de María porque le hemos costado excesivos dolores. Las madres aman más a los hijos por los que más cuidados y sufrimientos ha tenido para conservarles la vida.
Nosotros somos esos hijos por los cuales María, para obtenernos la vida de la Gracia, ha tenido que sufrir el martirio de ofrecer la vida de su amado Jesús, aceptando, por nuestro Amor, el verlo morir a fuerza de tormentos.
Por esta sublime inmolación de María, nosotros hemos nacido a la vida de la Gracia de Dios. Por eso somos los hijos muy queridos de su corazón, porque le hemos costado excesivos dolores.
Así como del Amor del Eterno Padre hacia los hombres, al entregar a la muerte por nosotros a su mismo Hijo, está escrito:
"Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su propio Hijo"
(Jn. 3, 16), así ahora -dice san Buenaventura- se puede decir de María. "Así nos amó María, que nos entregó a su propio Hijo.
San Alfonso-María de Ligorio, (Doctor de la Iglesia)
"Las glorias de María", cap. III, N°4
Jesús es Carne y Sangre de la Bella María
y nosotros hemos nacido de su Corazón
Bendiciones…
La Luz, el Amor,la Paz de Jesús y de la Bella María
están en ustedes
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