San José era carpintero,
y la Virgen panadera,
y el Niño Jesús, los días
que llueve y no tiene escuela,
va a recoger las virutas
que se escapan de la sierra,
y en el horno de su Madre sus santas manos las echan.
Mientras las piedras del horno
lentamente se caldean, vuelve al taller de su padre,
y con manos inexpertas,
ayudado por los ángeles,
labra una cruz de madera.
Y San José dice al verlo: - ¿Por qué, Jesús, siempre juegas con escoplos y cepillos a hacer cruces de madera? Y el Niño Jesús responde con su voz alegre y fresca: - ¡Porque quizás algún día me habrán de clavar en ella!
Y los rubios angelitos al escuchar la respuesta, abandonan el trabajo y llenos de espanto vuelan derramando entre las nubes tristes lágrimas de pena.
Francisco Villaespesa (1877-1936)
Laujar de Andarax. Almería. España.
Fuente: www.mariadenazaret.com
Bendiciones...
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