La vida de María fue oculta. Por ello, el Espíritu Santo y la Iglesia la llaman alma mater. Madre oculta y escondida. Su humildad fue tan grande que no hubo para Ella anhelo más firme y constante que el de ocultarse a sí misma y a todas las criaturas, para ser conocida solamente de Dios.
Ella pidió pobreza y humildad. Y Dios, escuchándola, tuvo a bien ocultarla en su Concepción, Nacimiento, Vida, Misterios, Resurrección y Asunción, a casi todos los hombres. Sus propios padres no la conocían.
Y los ángeles se preguntaban con frecuencia uno a otros ¿Quién es ésta?. Porque el Altísimo se la ocultaba. O, si algo les manifestaba de Ella, era infinitamente más lo que les encubría.
San Luis-María Grignion de Montfort
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santa Virgen n°2 et 3
Bendiciones…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario. Dios te bendice, ten un bonito día