María, Madre de los enfermos, de los refugiados y los pecadores, Madre del Redentor: nos unimos a las generaciones que te han llamada 'Bendita'. Escucha a tus hijos mientras invocamos tu Nombre. Tú prometiste a los tres niños de Fátima que 'al final, mi Inmaculado Corazón triunfará'. ¡Que así sea! ¡Que el Amor triunfe sobre el odio, la solidaridad sobre la división, y la paz sobre cualquier tipo de violencia!
Que el Amor que le diste a tu Hijo nos enseñe a amar a Dios con nuestro corazón, fortaleza y alma. Que el Todopoderoso nos muestre su Misericordia, nos fortalezca con su poder y nos llene con toda cosa buena.
Le pedimos a tu Hijo Jesús que bendiga a estos niños y a todos los niños que sufren en todo el mundo. Que reciban la salud del cuerpo, la fuerza de mente y la paz en el alma. Pero, sobre todo, que sepan que son amados con un Amor que no conoce fronteras ni límites: el Amor de Cristo que sobrepasa todo entendimiento.
Amén
Bendiciones…
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