Oh Señora mía, Santa María: hoy y todos los días y en la hora de mi muerte, me encomiendo a tu Bendita Fidelidad y singular Custodia, y pongo en el seno de tu Misericordia mi alma y mi cuerpo; te recomiendo toda mi Esperanza y mi consuelo, todas mis angustias y miserias, mi vida y el fin de ella: para que por tu Santísima intercesión, y por tus méritos, todas mis obras vayan dirigidas y dispuestas conforme
a tu voluntad y a la de tu Hijo.
Amén.
San Luis Gonzaga (1568 - 1591)
Fuente: www.mariadenazaret.com
Bendiciones...
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