Tengo mil dificultades, ayúdame.
De los enemigos del alma, sálvame.
En mis desaciertos, ilumíname.
En mis dudas y penas, confórtame.
En mi soledad, acompáñame.
En mis enfermedades, fortaléceme.
Cuando me desprecien, anímame.
En las tentaciones, defiéndeme.
En las horas difíciles, consuélame.
Con tu Corazón Paternal, ámame.
Con tu Inmenso Poder, protégeme.
Y en tus brazos al expirar, recíbeme.
Amén.
Bendiciones…
Jesús en ti confío