La Iglesia de Dios, vista en su totalidad se compone de tres partes: la Iglesia militante, la Iglesia triunfante y la Iglesia sufriente o purgatorio. Esta triple Iglesia constituye el Cuerpo Místico de Jesucristo, y las almas del purgatorio son también miembros como lo son las de la tierra y las del Cielo.
La Iglesia en el Evangelio es llamada el Reino de los cielos, ahora bien, el purgatorio como el Cielo y la Iglesia terrestre son una provincia de ese vasto Reino. Las tres Iglesias tienen entre ellas relaciones permanentes, esto es la comunión de los santos. Esas relaciones no tienen otra finalidad que conducir las almas a la Gloria, a la que están llamados todos los elegidos.
La palabra purgatorio se toma tanto por un lugar, como por un estado intermediario entre el infierno y el Cielo. Esa es propiamente la situación de las almas que en el momento de la muerte se encuentran en estado de Gracia, pero que no han expiado completamente sus faltas, ni alcanzan todavía la pureza necesaria para gozar de la vista de Dios. El purgatorio es, entonces, un estado pasajero que termina con la vida bienaventurada.
En este sentido, la Iglesia, propone dos verdades claramente definidas como Dogmas de Fe: primero que hay un purgatorio y segundo que las almas que están en el purgatorio, pueden ser socorridas por el sufragio de los fieles, sobre todo por el santo sacrificio de la Misa.
Abad François-Xavier Schouppe, s.j.
El Dogma del Purgatorio ilustrado por Hechos y Revelaciones Particulares
Bendiciones…
La Luz, el Amor, la Paz de Jesús y de la Bella María
están en ustedes
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