En 1530, Nuño de Guzmán conquistó el Reino de Tonalá y cuando fue a reconocer todos los lugares de este reino, Zapopan quedó también conquistado.
El 8 de diciembre de 1541, Fray Antonio de Segovia en compañía de Fray Ángel de Valencia, donó a los indios de este pueblo una pequeña Imagen de Nuestra Señora de la Concepción; esta Imagen había acompañado cerca de 10 años a Segovia en todas sus andanzas por los pueblos de Jalisco, cargándola algunas veces en la manga de su sayal, otras en un pequeño tabernáculo de madera o colgada del pecho.
Las crónicas nos cuentan que cuando el virrey Antonio de Mendoza sitió el cerro del Mixtón y después de una fuerte batalla, subió Fray Antonio de Segovia a las fortalezas de los indios llevando sólo el brevario, un crucifijo y la pequeña Imagen de Nuestra Señora de la Concepción colgada al pecho; les comenzó a decir a los indios que bajasen en paz y estos conmovidos tanto por las palabras del padre y la Imagen de la Virgen.
En día y medio se rindieron más de seis mil indios, que fueron conducidos por los padres ante el virrey y éste les perdonó la vida, quedando todos en paz. Por esto, Antonio de Segovia llamaba a su pequeña Imagen "La Pacificadora". En 1542 se construyó una pequeña Iglesia muy pobre, aquí se colocó la Imagen la cual dicen que empezó a derramar una continua serie de milagros.
En 1609 esta capilla se derrumbó y para sorpresa de todos, ahí estaba la Imagen sin ningún rasguño. Los indios ocultaron la Imagen por temor a que se las quitaran, pero el bachiller Diego de Herrera le contó al obispo Juan Ruiz Colmenero lo que sucedía en Zapopan; y en 1653 hizo levantar una información testimonial y por decreto, declaró "milagrosa" a la Imagen de Nuestra Señora de la Concepción de Zapopan y mandó que solamente se celebrase su fiesta el 18 de diciembre de cada año.
Aquí el título de Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan.
Continuará...
Bendiciones…
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