Cuando todo se desmorona en nuestros proyectos humanos, en nuestros apoyos terrestres;
cuando de nuestros más bellos sueños sólo nos queda la desilusión;
cuando nuestros mejores esfuerzos y nuestra más firme voluntad
no alcanzan el objetivo propuesto;
cuando la sinceridad y el ardor del Amor nada consiguen, y el fracaso está ahí, desolador y cruel, frustrando nuestras más bellas esperanzas,
tú permaneces, Señor, indestructible y fuerte,
nuestro amigo que todo lo puede.
Tus Designios permanecen intactos, nada puede impedir que tu voluntad se cumpla.
Tus sueños son más bellos que los nuestros, y tú los realizas.
Conviertes los fracasos en un triunfo mayor, nunca eres vencido.
Tú, que de la pura nada haces surgir el ser y la vida, tomas nuestra impotencia en tus manos creadoras, con infinito Amor, y la haces producir un fruto, obra tuya, mejor que todos nuestros deseos.
En ti, nuestra Esperanza se salva del desastre, cumplida en plenitud.
Amén
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Si nuestra Fe está siempre en Jesús y en la Bella María,
nuestra debilidad se convierte en su Fuerza.
Bendiciones…
La Luz, el Amor, la Paz de Jesús y de la Bella María
están en ustedes