A la hora decisiva de la historia humana, María ofrece su propia persona a Dios, su cuerpo y su alma como moradas.
En Ella y por Ella, el Hijo de Dios asume la carne. A través de Ella la Palabra se hizo carne (Juan 1, 14).
De esta manera, María nos dice lo que es el Adviento: ir al encuentro de Quien viene a nuestro encuentro. Esperarle, escucharle. Mirarle.
María nos dice con qué fin fueron edificadas las iglesias: para que le acordemos un lugar a la Palabra de Dios; para que en nosotros y por medio de nosotros la Palabra pueda hoy también hacerse carne.
Benedicto XVI Homilía: 10/12/2006
Que Jesús nazca en cada momento de nuestra vida.
Bendiciones...
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.