Dios te bendiga, México!, por los ejemplos de humanidad y de Fe de tus gentes, por los esfuerzos en defender la familia y la vida…Dios te bendiga, México!, por la fidelidad y amor de tus hijos a la Iglesia. Los hombres y mujeres que componen el rico mosaico de tus diversas y fecundas culturas encuentran en Cristo la fuerza para superar antiguos o recientes antagonismos y sentirse hijos de un mismo Padre…
Dios te bendiga México!, por la Iglesia que está presente en tu suelo. Los Obispos, junto con los sacerdotes, consagrados, consagradas y laicos, comprometidos en la nueva evangelización, fieles a Cristo y a su Evangelio, anuncian en tu tierra, desde hace casi cinco siglos, el Reino de Dios…
México es un gran País, que hunde sus raíces en un pasado rico por su Fe cristiana y abierto hacia el futuro en su clara vocación americana y mundial. Recorriendo las calles del Distrito Federal, teniendo presente en el corazón a los Estados que integran a la Nación, he sentido nuevamente el latir de este noble pueblo, que con tanto afecto me recibió en mi primer viaje apostólico fuera de Roma, al inicio de mi ministerio petrino…
Al concluir esta visita pastoral, quiero reafirmar mi plena confianza en el porvenir de este pueblo. Un futuro en el que México, cada vez más evangelizado y más cristiano, sea un país de referencia en América y en el mundo; un país donde la democracia, cada día más arraigada y firme, más trasparente y efectiva, junto con la gozosa y pacífica convivencia entre sus gentes, sea siempre una realidad bajo la tierna mirada de su Reina y Madre, la Virgen de Guadalupe.
Para Ella mi última mirada y mi último saludo antes de dejar por cuarta vez esta bendita tierra mexicana. A Ella confío a todos y cada uno de sus hijos mexicanos, cuyo recuerdo llevo en mi corazón. ¡Virgen de Guadalupe, vela sobre México! ¡Vela sobre todo el querido Continente americano!
Parte del discurso de despedida en el aeropuerto de la ciudad de México, 1999
Gracias querido Beato Juan Pablo II por bendecir a México, por tu intercesión a Jesús, ayúdanos a que en nuestra casa, en nuestra ciudad y en nuestro país brille la luz de Jesús y que la Paz y el Amor de Jesús y de la Bella María estén en nosotros siempre.
Gracias Juan Pablo II por amar a México, bendito seas Papa mexicano.
Jesús en ti confío
¡México siempre fiel!
Bendiciones…
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