Oh, Santísima Virgen,
vuestra Alabanza supera toda Alabanza, pues en ti Dios se encarnó e hizo Hombre.
Toda la naturaleza, en los cielos, en la tierra y en los infiernos, te rinde
homenaje. Por vuestro Reino espiritual, resplandece plenamente el fuego de vuestra
luz.
Ahí el Padre es
glorificado, y en su Potencia os ha cubierto con su Sombra: el Hijo, que habéis
engendrado en la carne, es adorado, el Espíritu Santo, que en vuestro Seno
preparó el Nacimiento del gran Rey, es celebrado. Por ti, oh Llena de Gracia,
la Trinidad Santa y consustancial se manifiesta en el mundo.
Dígnate hacernos partícipes de tu Gracia perfecta, en Jesucristo nuestro Señor.
Dígnate hacernos partícipes de tu Gracia perfecta, en Jesucristo nuestro Señor.
Gloria sea al Padre y al Espíritu Santo, hoy y
siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
San Gregorio el Taumaturgo
Bendiciones...